miércoles, 24 de febrero de 2010

Documental y Ficción. Son uno y lo mismo

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"Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas
y que la justicia es discordia y que todas las cosas
sobrevienen por la discordia y la necesidad."

Siempre aprovechamos este espacio para hacer comentarios sobre films interesantes que captan nuestra atención y que disfrutamos que nos sorprende por sus efectos, historias o quizas con la que de alguna manera sentimos que marca nuestras vidas. Pero ultimamente ver los "próximos estrenos" mas que emocionarnos o captar nuestro interes se convierte en decepción tras decepción (con contadas ecepciones).


En que momento fue la última vez que fuimos al cine y salimos completamente satisfechos, siempre hay algún detalle que sentimos que falla. Parece ser que se perdio la capacidad de sorpresa alver una película. Lo que vemos en el cine sigue en lamentable picada en cuanto a calidad, donde a falta de creatividad, se busca trascender a partir de la estridencia y la pedantería. Es un cine de ideas pero no de resultados.


El eterno conflicto ficción y documental no contribuye para nada en la idea de mejorar nuestras historias y guiones con la finalidad de sorprender al espectador. Parece una continua lucha de criticas en lugar de existir un apoyo mutuo para volver a encantar al espectador, sorprenderlo y exponer historias nuevas, narrativas novedosas. Muchos de los documentales mantienen una narrativa clásica que busca educar y que puede caer en la monotonía al no ser algo dinámico y la ficción fue absorbida por el sistema Hollywoodense para convertirse en el signo de un sistema cuya única razón de ser y existir ya no es la de hacer películas, sino la de perpetuarse a sí mismo.

Batman y Robin, hablando de estridencia y pedanteria

Jean-Luc Godard dijo: “La fotografía es verdad, y el cine es la verdad 24 cuadros por segundo”, siendo Godard realizador de ficción, para el esa es la realidad absoluta, la que el plantea y defiende. Para los realizadores de ficción, el simple hecho de encuadrar anula por completo la objetividad del documentalista, para ellos el documentalista muestra lo que es la verdad para él. El debate entre cual es la verdadera representación de la realidad también se encuentra en el área cinematográfica, y no es producto de algo casual ni nada nuevo. Son 2000 años de debate que vienen desde el mito de la caverna hasta la teoria del Big Bang demostrando el origen del universo con el Génesis biblico.


A pesar de estar fuertemente marcadas las diferencias entre las dos grandes corrientes de interpretación de la realidad (empirismo y racionalismo = documental y ficción), una no puede existir sin la otra. Ambas toman características de su contraria y las adoptan y amoldan como propias para su beneficio narrativo.

A pesar de no tener la fuerza del film de ficción, el cine documental siempre ha causado la sensación de credibilidad absoluta en el espectador. El documental se ha mantenido apartado, históricamente, del cine de ficción. En Cambio la ficción era aquello que defraudaba y distraía. La ficción hacia caso omiso del mundo tal como era, a favor de la fantasía y la ilusión. No tenia mayor importancia, en especial si venia de Hollywood.

Siendo un realizador de ficción, un visionario y genio en sus films, Orson Welles reconocía esta debilidad de la ficción. Al igual que reconocía la debilidad a la que se enfrentaba el cine documental, el cual, aunque seducía la representación de la realidad no tenia la fuerza suficiente para atraer al publico a las salas. Welles realiza una simbiosis de los puntos fuertes narrativos de ambos géneros hasta llegar a una narración diferente, que tenia puntos en común con la ficción y el documental, pero alejado totalmente de la tradición narrativa tradicional.


Dziga Vertov escribió: “Una película psicológica, de detectives, satírica o de cualquier otro tipo. Se quietan todas las y escenas y solo se dejan títulos. Tendremos un esqueleto literario de la película. A este esqueleto literario podemos añadirle nuevo metraje –realista, simbólico, expresionista- de cualquier tipo. Las cosas no cambien, como tampoco cambia su interrelación: esqueleto literario más ilustración cinematográfica. Así son todas nuestras películas y también las extranjeras, sin excepción”

Aunque afirmación ruda y viniendo de un realizador totalmente opuesto a la postura narrativa de Welles, se notan también grandes similitudes sobre la ficción y su idea de realizar una simbiosis entre ambas narrativas. El documental, aunque seguía basándose en imágenes, se mantenía apartado del dominio de la ficción abordando el mundo historio y las cuestiones reales a las que se enfrentaba. Pero esta creencia en la redención a través de un objetivo social se convirtió en objeto de un asedio. Si se dice que la obra de un documentalista es una ficción como cualquier otra, la mente liberal se asombra y se paraliza. 


Dziga Vertov y Orson Welles. El documental es una ficción como cualquier otra

Es evidente que el realismo documental no es el realismo de ficción. Posee antecedentes y características propias; responde a necesidades e indica tensiones que difieren de la ficción narrativa. En la ficción, el realismo hace que un mundo verosímil parezca real. En el documental, el realismo hace que una argumentación acerca del mundo histórico resulte persuasiva. El realismo de la ficción es un estilo modesto, un estilo que resta énfasis al proceso de construcción. La visión o estilo de un director realista surge de los ritmos y texturas de un mundo imaginario, de aspectos de la puesta en escena, los movimientos de cámara, el sonido, el montaje, etc. que en un primer momento dan la impresión de ser naturales, inevitables o simplemente estar al servicio de la historia.

La “visión” del documentalista es más bien una cuestión de voz: como se manifiesta un punto de vista acerca del mundo histórico; siendo “visiones” muy diferentes (documental y ficción) inclusive sus más claros representantes fílmicos poseen más similitudes de lo que claramente se puede apreciar.

El himno Nazi de Leni Riefenstahl en el “Triunfo de la Voluntad” (1935), o la exaltación de un héroe ficticio independentista estadounidense en “El Patriota” (2000) de Roland Emmerich, dan voz a puntos de vista similares aunque contradictorios: la conmemoración de los hombres en acción. Para Riefenstahl, la fascinación por la ceremonia y su poder para definir una causa común, o como fue descrito el film: “por nazis, para nazis y sobre los nazis”. Para Emmerich, respeto por el hombre común, trabajador y luchador, y su la disposición a contribuir al bien común. Entran en juego técnicas estilísticas similares pero el final es una mezcla característica de estilo y retórica, personalidad del autor y persuasión textual, diferentes tanto en la ficción y documental a simple vista, pero con mas puntos en común de lo que podría pensarse y acá una pequeña muestra.


El Triunfo de la Voluntad y el Ataque de los Clones, Son uno y son lo mismo


"Los contrarios concuerdan, la discordancia crea la más

bella armonía,

(que todo se produce por la discordia)"

Heráclito


Los realizadores de ficción defienden que la realidad absoluta es la representada en sus films, tal como lo dice Godard. Pero esta teoría siempre será debatida y discutida.

“Yo creo que Godard lo entendió completamente al revés. El cine no es la verdad a 24 veces por segundo, el cine miente 24 veces en un segundo. Actores pretendiendo ser quienes no son, en situaciones y lugares completamente ilusorios. Día por noche, seco en vez de húmedo, Vancouver por Nueva York, raspaduras de papa en vez de nieve. El edificio es un decorado de delgadas paredes, la luz del sol es emitida por un xenón, y el ruido del tráfico es suministrado por ingenieros de sonido. Es todo una ilusión…”

James Cameron







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1 Response to Documental y Ficción. Son uno y lo mismo

24 de febrero de 2010, 11:33

http://frankbaiz.blogspot.com/2010/02/10-reglas-dramaticas-para-la-lucha.html

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